PORTADA DE DIÁLOGO DE MUJERES (1546) DE CRISTÓBAL DE CASTILLEJO
Cristóbal de Castillejo nació en Ciudad Rodrigo, (¿entre 1480 y 1490?) y falleció en Viena, Austria, en 1550. Poeta español representante máximo de la “Escuela Tradicional” en el llamado “Primer Renacimiento” español. Su obra representa la fidelidad a las formas tradicionales castellanas y el rechazo consciente de las maneras poéticas italianizantes. Sirvió al archiduque Fernando e ingresó, como monje cisterciense, en el convento de Santa María de Valdeiglesias. Su vida eclesiástica distó mucho de ser ejemplar. Realizó numerosos viajes por Europa. Sus composiciones más famosas son el Sermón de amores (1542) y el Diálogo de mujeres (1546). Sus obras completas, publicadas en 1573, están divididas en tres libros: Obras de amores, Obras de conversación y pasatiempo y Obras morales y de devoción.
1
Si las penas que dais son verdaderas,
Como bien lo sabe el alma mía,
¿Por qué no me acaban? y sería
Sin ellas el morir muy más de veras;
Y si por dicha son tan lisonjeras,
Y quieren retozar con mi alegría,
Decid, ¿por qué me matan cada día
De muerte de dolor de mil maneras?
Mostradme este secreto ya, señora,
Sepa yo por vos, pues por vos muero,
Si lo que padezco es muerte o vida;
Porque, siendo vos la matadora,
Mayor gloria de Pena ya no quiero
Que poder alegar tal homicida.
2
Musas italianas y latinas,
Gentes en estas partes tan extraña,
¿Cómo habéis venido a nuestra España
Tan nuevas y hermosas clavellinas?
O ¿quién os ha traído a ser vecinas
Del Tajo, de sus montes y campaña?
O ¿quién es el que os guía y acompaña
De tierras tan ajenas peregrinas?-
-Don Diego de Mendoça y Garcilaso
Nos truxeron, y Boscán y Luis de Haro
Por orden y favor del dios Apolo.
Los dos llevó la muerte paso a paso,
Solimán el uno y por amparo
Nos queda don Diego, y basta solo.
3
Garcilaso y Boscán, siendo llegados
Al lugar donde están los trovadores
Que en esta nuestra lengua y sus primores
Fueron en este siglo señalados,
Los unos a los otros alterados
Se miran, con mudança de colores,
Temiéndose que fuesen corredores
Espías o enemigos desmandados;
Y juzgando primero por el traje,
Paresciéronles ser, como debía,
Gentiles españoles caballeros;
Y oyéndoles hablar nuevo lenguaje
Mezclado de estranjera poesía,
Con ojos los miraban de estranjeros.
A UN HERMAFRODITO
Cuando mi madre cuitada
En el vientre me traía,
Viéndose grave, pesada,
Diz que a los dioses, penada,
Consultó qué pariría.
Febo dixo: "Varón es."
Marte hembra, y neutro Juno.
Yo, nasciendo, era después
Hermafrodito, y de tres,
Dixo verdad cada uno.
Preguntando el fin que habría
Tras esto, dixo la Diosa
Que con armas moriría.
Marte dixo que sería
Muerto de cruz espantosa.
Febo dixo: "En agua espera
Acabar su triste vida".
La suerte, en fin, de cualquiera
Dellos en mí fué cumplida,
Y por mi mal valedera.
En un árbol que hacía
Sombra al agua me subió
La triste ventura mía,
Do la espada que ceñía
Abaxo se me cayó;
Y yo, acaso desdichado,
También allí desbarré;
Y cayendo así turbado,
Sobre ella quedé colgado
De las ramas por el pie.
La cabeza encontinente
Fué en el agua çapuzada,
Y el cuerpo quedó pendiente,
Quedando yo juntamente
Mal herido de mi espada.
Y desta suerte pendiendo,
Perdí la vida y la luz,
Y al fin acabé sufriendo.
Hembra, macho y neutro siendo,
Muerte de agua, hierro y cruz.
Cuando mi madre cuitada
En el vientre me traía,
Viéndose grave, pesada,
Diz que a los dioses, penada,
Consultó qué pariría.
Febo dixo: "Varón es."
Marte hembra, y neutro Juno.
Yo, nasciendo, era después
Hermafrodito, y de tres,
Dixo verdad cada uno.
Preguntando el fin que habría
Tras esto, dixo la Diosa
Que con armas moriría.
Marte dixo que sería
Muerto de cruz espantosa.
Febo dixo: "En agua espera
Acabar su triste vida".
La suerte, en fin, de cualquiera
Dellos en mí fué cumplida,
Y por mi mal valedera.
En un árbol que hacía
Sombra al agua me subió
La triste ventura mía,
Do la espada que ceñía
Abaxo se me cayó;
Y yo, acaso desdichado,
También allí desbarré;
Y cayendo así turbado,
Sobre ella quedé colgado
De las ramas por el pie.
La cabeza encontinente
Fué en el agua çapuzada,
Y el cuerpo quedó pendiente,
Quedando yo juntamente
Mal herido de mi espada.
Y desta suerte pendiendo,
Perdí la vida y la luz,
Y al fin acabé sufriendo.
Hembra, macho y neutro siendo,
Muerte de agua, hierro y cruz.
GLOSAS DE LAS VACAS (FRAGMENTO)
Guárdame las vacas
carillejo, y besarte he;
si no, bésame tú a mí,
que yo te las guardaré.
En el trueque que te pido,
Gil, no recibes engaño;
no te muestres tan extraño
por ser de mí requerido.
Tan ventajoso partido
no sé yo quién te lo dé;
si no, bésame tú a mí
que yo te las guardaré [...]
Oh, cuántos me pedirían
lo que yo te pido a ti,
y en alcanzarlo de mí
por dichosos se tendrían.
Toma lo que ellos querrían,
haz lo que te mandaré;
si no, mándame tú a mí,
que yo te las guardaré [...]
Mas si tú, Gil, por ventura
quieres ser tan perezoso
que precies más tu reposo
que gozar de esta dulzura,
yo, por parte a tu holgura,
el cuidado tomaré,
que tú me beses a mí,
que yo te las guardaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario